«En este proyecto se puso a prueba la capacidad de trabajo bajo presión de la empresa, pues el proyecto debía realizarse en un plazo muy corto, para poder inaugurar antes de Navidad. Nos obligó a jornadas de más de 12 horas diarias, incluyendo sábados.

Pese a todo el esfuerzo, se logró terminar la obra manteniendo un buen ambiente de trabajo tanto con subcontratistas, como con inspectores. Tanto así que nos felicitaron al final de la obra y nos contaron que en proyectos anteriores, habían tenido problemas e incluso roces entre las partes.

El programa y logística obligaba a mantener un acceso al sótano, para camiones de concreto y maquinaria. Esto provocó tener un tramo de entrepiso abierto hasta pocas semanas antes de la entrega y aunque los inspectores y propietarios, temían que no estuviera listo, se logró tener todo completo y en perfectas condiciones para la entrega.»